
El presidente Donald Trump ha confirmado que, tras una pausa de un mes, Estados Unidos aplicará aranceles del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá a partir del 4 de marzo. Inicialmente, estos aranceles estaban programados para entrar en vigor en febrero; sin embargo, fueron pospuestos debido a negociaciones entre los países involucrados.
En una declaración desde la Casa Blanca, Trump afirmó: “Estamos a tiempo con los aranceles, y parece que eso está avanzando muy rápidamente”. El mandatario justificó la medida argumentando que Estados Unidos ha sido “muy maltratado por muchos países, no sólo Canadá y México. Se han aprovechado de nosotros”.
El retraso en la implementación de los aranceles se debió a conversaciones diplomáticas entre Estados Unidos, México y Canadá. Durante este período, los países vecinos intensificaron sus esfuerzos para abordar las preocupaciones de seguridad fronteriza y el tráfico de fentanilo, con el objetivo de evitar la imposición de los aranceles. Estas medidas incluyeron el despliegue de tropas de la guardia nacional y el aumento de la vigilancia tecnológica en las fronteras.
A pesar de estos esfuerzos, Trump decidió proceder con los aranceles, argumentando que era necesario para proteger los intereses económicos y de seguridad de Estados Unidos. Se espera que la imposición de estos aranceles tenga un impacto significativo en las economías de México y Canadá, así como en las industrias estadounidenses que dependen de importaciones de estos países.
Ni la Casa Blanca ni los gobiernos de México y Canadá han emitido comentarios adicionales sobre la implementación inminente de los aranceles.